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viernes, 29 de agosto de 2008

Añisclo

Uno de los valles más bonitos del macizo de Monte Perdido es Añisclo. Su orografía es espectacular así como su flora. Por su desfiladero discurre el río Bellós y tiene una longitud de unos diez kilómetros. Nace en el collado del Añisclo y siguiendo la dirección sur concluye en la confluencia del río Aso.




Una carretera de una sola dirección conduce desde el pueblo de Escalona hasta la entrada del propio Valle de Añisclo, donde al atravesar un imponente puente medieval, se llega a la Ermita de san Urbez.





Díptico donde se relatan sus milagros




Interior de la Ermita rupestre


San Urbez o Urbicio, nació en Burdeos en una familia profundamente cristiana. Vino a España a liberar de manos de los moros las reliquias de los santos Justo y Pastor, retirándose luego a las montañas del Pirineo llevando una vida de anacoreta. Son varios los lugares altoaragoneses donde se supone su presencia. Primero en el cañón de Añisclo en el lugar de la fotografía. Luego pasaría a Albella donde ejerció como pastor de ovejas. Se cree que también estuvo por la zona de la guarguera para pasar mas tarde al monasterio de San Martín de la Val D'onsera donde fue ordenado sacerdote por el propio San Martín. Retirándose por ultimo a la cueva de Arial en las cercanías de Nocito donde murió a la edad de cien años. A su santuario de Nocito acudían y acuden los habitantes de estas tierras a mostrar su devoción al santo y especialmente en épocas de sequía ya que se le considera abogado de la lluvia. Actualmente la romería a San Urbez se celebra el ultimo domingo del mes de junio.